lunes, 25 de enero de 2016

Necesitamos mejorar


Publicado en La Voz de Galicia (Edición Ourense)el 21 de Enero de 2016 

Realmente creemos qué Ourense tiene una industria turística. En época electoral a más de uno y de dos candidatos, de diferentes partidos políticos, se les llenó la boca hablando de la industria turística ourensana. Hablaban de nuestra provincia como centro neurálgico del termalismo en Europa. Ahora bien, no debemos olvidar que para poder hablar de industria termal no solo basta con tener una gran cantidad de aguas minerales, es totalmente imprescindible tener un infraestructura hotelera, balnearios y servicios de alta calidad.

A día de hoy, además de una limitada capacidad hotelera, en nuestra capital no tenemos un hotel balneario que pueda ser el motor o el centro de referencia de la tan renombrada Capital Termal. Creo que todos estamos de acuerdo en que termalismo no son cuatro pozas, con un manteniendo y unas atenciones más bien escasas. El termalismo como concepto turístico debe comprender mucho más, debe cubrir desde la estación de Ave, pasando por la oficina de turismo y los transporte urbanos de calidad, hasta una extensa y variada carta de locales de restauración y ocio.

Si realmente nuestros políticos, y en consecuencia los ourensanos, pues no olvidemos que a los políticos los elegimos los ciudadanos libremente,  quieren basar nuestro crecimiento y nuestro modelo industrial en el sector turístico, no deberíamos centrarlo exclusivamente en la riqueza termal. Hay otro tipo de actividades, como festivales de cine, teatro o música, eventos deportivos o lúdico gastronómicos, que tienen un "efecto llamada" muy importante, haciendo de nuestra ciudad el centro neurálgico de los aficionados y seguidores de este tipo de eventos que, al visitarnos, se hacen consumidores y admiradores de nuestras charcas.

Sinceramente creo que debemos reflexionar y poner los pies en el suelo. A día de hoy estamos muy lejos de ser una industria turística, carecemos de instalaciones e infraestructuras mínimas necesarias En realidad y por desgracia, Ourense está muy lejos de ser cualquier tipo de industria, tal vez sea mejor ser una tranquila ciudad industrial del norte que intentar convertirnos en un seudo Benidorm, con mas frío y mal tiempo, donde los jubilados de todo el país vengan a tomar aguas pues se las ha recetado su médico de cabecera.


Lo importante es dar confianza y tranquilidad a los ciudadanos, se debe apostar por un modelo, trabajar por objetivos reales y conseguibles. Sin engañarnos con falsas ilusiones, pues la confianza en la industria turística, si realmente es el modelo que se buscara en futuro y no existe un cambio por una mas propagandístico, será la única manera continuar con el arraigo y mantener la población y no convertimos en una provincia envejecida, en la que solo hay ourensanos de visita por Navidad y vacaciones.

martes, 12 de enero de 2016

La Industria 4.0 es "cool"


Está claro que para ser "cool" tienes que ser capaz de usar palabras como epifanía, hipster o freelance en tus conversaciones diarias. Algo parecido sucede entre economistas, prensa económica y gestores públicos, basta recordar expresiones como “prima de riesgo”, euribor, agencias de calificación etc... pero, hoy en día, si quiere ser "súper cool" , económicamente hablando, debe usar Industria 4.0.

Pero sabemos realmente ¿qué es la Industria 4.0?  En mi opinión es la tercera revolución industrial, que tan sólo puede ser comparable con las otras dos grandes revoluciones que han existido en la industria y que supusieron un proceso de transformación económica, social y tecnológica. La primera con la proliferación de la máquina de vapor, en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, y la segunda revolución con la utilización de la electricidad de manera generalizada en los métodos de productivos, desde 1850 y que se puede dar por finalizada en 1970.

Esta tercera revolución industrial o Industria 4.0 está basada en la utilización de la electrónica y de Internet en las fábricas de forma generalizada. Pero no para que sea utilizado tan solo por técnicos u operarios utilizando  smart equipos, sino para ser utilizado dentro de la  fase productiva, como un elemento más de producción que nos permita mejoras significativas en la capacidad de producción y la optimización de costes.

Con la disminución de precio en los equipos electrónicos y la utilización masiva de internet, la industria deber evolucionar hacia la información en tiempo real, que hasta ahora no es posible utilizar de manera generalizada, y será fácilmente integrable en la mayoría de estructuras producción donde podrán ser utilizadas para mejorar la trazabilidad, reducir de tiempos, mejora del ambiente de trabajo... , es decir, una industria más eficiente a nivel económico, medioambiental y social.

Partiendo del concepto de revolución industrial, está claro que las políticas, publicaciones y publicidades, mas "cool" del momento, pueden llegar a ser solamente una acumulación de entrega de dinero público. para cubrir el expediente, y como consecuencia realicen inversiones en tecnología que la ni propia sociedad industrial , en la mayoría de los casos, sabe cómo utilizar y tan solo realiza las inversiones porque sale barato, gracias a las ayudas y subvenciones, y poder así colgarse el cartel de Industria 4.0.

Sin duda, la tercera revolución industrial está aquí y con el paso del tiempo todas las industrias serán 4.0. Pero, ojo, no por mucho apurar llegaremos antes, sobre todo porque algunas compañías aún están en un “analfabetismo tecnológico” muy grande, y la posesión de herramientas de última generación subvencionadas, no va implicar que sean capaces de sacar el rendimiento y el retorno necesario para poder amortizar la inversión en un periodo razonable de tiempo.


No tan solo tenemos que parecer "cool" sino que lo debemos ser. No se debería permitir el gastar por gastar en los fondos públicos. Si hacemos un ejercicio de reflexión existen mil y una formas más productivas y necesarias donde invertir, en estos momentos para la sociedad, aunque no nos hagan parecer tan "cool" pero si ser mas "guay" para los ciudadanos.

jueves, 7 de enero de 2016

Más vale ser prevenir que lamentar


Publicado en La Voz de Galicia (Edición Ourense)el 6 de Enero de 2016 


Ciertas mañanas al levantarse, y sobre todo en vacaciones, crees que lo que están contando en la noticias de radio y televisión, no puede ser verdad. Realmente parece mentira, que la cifra de paro aumentara en el mes de diciembre en Ourense, y mucho más cuando la sensación generalizada en la ciudad es,  que hacía años que las calles no estaban tan animadas y que no se veía tanta gente por la tiendas.  Pero realmente las colas son porque hay muchas ventas o por que los comerciantes han sido mucho más prudentes con las contrataciones navideñas.

Parece claro que el año pasado ha sido algo mejor que los anteriores, al menos en términos contratación. Los gobernantes se siguen esforzando en impulsar la contratación indefinida, poniendo cada vez más trabas a la contratación por acumulación de tareas o por obra, pero estamos viendo que los empresarios se han vuelto cada vez más precavidos. Prefieren arriesgarse con esos tipos de contratos y poder aligerar sus plantillas, con mayor facilidad, en épocas de menor carga de trabajo, sobre todo en los sectores industriales y productivos.

No debemos olvidar que el mes de noviembre fue un mes preelectoral y tal vez no sea el mejor escenario para realizar comparaciones intermensuales. Comenzar una campaña electoral con una mala cifra de desempleo, podría ocasionar una importante pérdida de credibilidad y el refuerzo de las posiciones electorales emergentes. En consecuencia la "cocina" del gobierno quizá ayudo a que el mes de los magosto no fuera demasiado malo.


Por desgracia, estamos viendo que a Ourense llega con un cierto retraso, la tan anunciada y necesitada, recuperación. Vemos como las provincias más desarrolladas ya han empezado a consolidar sus cifras de crecimiento y que a nosotros nos llevará un poco más de tiempo. También parece claro que la sociedad aún no tiene pleno convencimiento en los grandes titulares que el estado y los medios difunden, pues una cosa es la macroecomia y otra muy distinta es la economía del día a día. En consecuencia, en caso de dudas se opta por no contratar o por no afianzar la contratación pues nadie quiere volver a llevarse sustos y que luego nos vuelvan decir que "vivíamos por encima de nuestras posibilidades".