miércoles, 15 de octubre de 2014

¿Mejora o efecto Verano?



Cuando hay buenas noticias, lo más sencillo es dejarse llevar por la corriente, no poniendo en duda las opiniones y declaraciones sobre el final de la crisis y de la destrucción masiva de empleo.  

No se puede morir de éxito y debemos seguir trabajando, para continuar en la buena tendencia de creación de empleo y de afiliación a la seguridad social de los últimos meses. Para ello no debemos olvidar que Julio, en muchas ocasiones, es el último mes donde se crea empleo y, que hasta finales de año, con el comienzo de la temporada navideña y de rebajas, no se vuelve a recuperar la buena tendencia de las contrataciones. Con todo, destacar que el dato de Julio en esta ocasión ha sido peor que el del año pasado, cierto es también, que el año pasado veníamos de la parte más profunda del pozo del desempleo.

Si consiguiéramos que realmente la disminución de la tasa de desempleo sea debido a la creación de nuevos puestos de trabajo, y no por un efecto desánimo en la población desempleada o por un efecto retorno de la población inmigrante, podríamos decir que estamos haciendo bien las cosas y que realmente los esfuerzos que realizamos están teniendo sus frutos. Mientras esto no suceda, seguiremos estando ante una mejora de la cifra por causas estacionales, es decir, debido a las vacaciones estivales y las rebajas de verano.



lunes, 13 de octubre de 2014

El precio de Contaminar

Publicado en el suplemento EURO de La Región y Atlántico Diario el 9 de noviembre de 2014

Cada cierto tiempo, los grandes dirigentes del mundo se reúnen para poner de manifiesto que sus países no lo están haciendo bien en política medioambiental. Siempre existen bonitas palabras y bonitos discursos, pero al final tan solo son palabras.

En esta sociedad de consumo en la que vivimos, todo tiene un mercado, todo se puede comprar o vender y, todo se analiza desde una perspectiva empresarial de coste-beneficio. Lógicamente, la emisión de carbono a la atmósfera no podría ser la excepción, tal como queda demostrado con la existencia del denominado Mercado del Carbono en la Unión Europea, Reino Unido, Japón, y un mercado voluntario para los países no firmantes de Kioto, donde están, entre otros, Estados Unidos.

Los países que tienen excedentes, es decir, que han ahorrado más emisiones de las que estaban autorizados, pueden vender estos derechos a los países que no han logrado llegar a sus metas. Por ejemplo, los permisos de la Unión Europea para emitir una tonelada de dióxido de carbono se entregan gratis o se subastan a más de 13.000 fábricas y empresas de servicios públicos, que deben tener una cantidad suficiente como para cumplir con sus emisiones o pagar multas. En caso de no dar cubierto las subastas, la Unión Europea puede reducir el número de permisos evitando así la devaluación, o podría vender sus excedentes a países deficitarios.

Como en cualquier mercado, el producto disponible tiene un valor mayor que la promesa u obligación a futuro, donde se especula sobre la cantidad de permisos y los precios a los que lo venderán los países con excedente.

Ciertamente, llama la atención que una medida para penalizar la contaminación se pueda llegar a convertir en un negocio para ciertos países o sectores. No obstante, no debemos llevarnos a engaños y reconocer que la economía mundial está controlada por unos pocos grandes consorcios y lobbys, que ven en las energías renovables el final de sus rentables negocios y, por consiguiente, la pérdida de su control absoluto sobre la economía mundial.


Luis H.-Cachalvite Manzano

miércoles, 8 de octubre de 2014

Los daños colaterales del estallido de la burbuja

Uno de los primeros artículos publicados en La Voz de Galicia


El estallido de la burbuja inmobiliaria no solo ha frenado casi por completo al sector del ladrillo. Esta parada también ha llevado asociado el consiguiente frenazo de los diferentes sectores que prestaban servicios accesorios a la construcción, como son el cemento, la pizarra, etc.

La crisis económica general está haciendo pasar malos momentos a un sector tan importante para la provincia como la pizarra y sus derivados; recordemos que Ourense representa la mayor concentración mundial de producción de pizarra. Pero la caída de las ventas de inmuebles de los últimos años ha dejado malherido el mercado interior de pizarra, si no se fabrican nuevas viviendas conlleva la disminución de la demanda de pizarra y de sus derivados.

La fuerte disminución de la demanda interior se contrapone a la magnífica evolución que mantiene en el sector exportador. La pizarra es el máximo exponente de las exportaciones de la provincia, supone más del 27% de la cifra total de la provincia, además de mantener una excelente tendencia en términos de valor absoluto con un incremento superior al 17% con respecto al 2009.

Llama altamente la atención cómo un sector puntero a nivel mundial y fuertemente internacionalizado -en 2009 las exportaciones desde Ourense suponía casi el 60% de las exportaciones totales de pizarra de España- está sufriendo tan duramente el efecto de la crisis en los últimos meses. Alguna de las posibles razones de la difícil situación actual podría tener su origen en que, históricamente, la pizarra ha sido un sector atomizado, donde predominan las empresas de pequeña dimensión, con reducida capacidad financiera, donde prevalece la gestión inmovilista por tradición e inercia, orientadas fundamentalmente al producto y no al mercado. Tampoco se ha aprovechado la época de crecimiento para fomentar la cooperación intersectorial tanto con prescriptores como con el sector público.

En definitiva, podríamos decir que en el sector de la pizarra se da la coincidencia de lo mejor y de lo peor de la cultura emprendedora gallega; por un lado, es un sector claramente enfocado hacia mercados exteriores, ofreciendo un producto con la mejor calidad del mercado y a precios muy competitivos; y por otro lado, la cultura del minifundismo y de la incapacidad de conseguir un asociacionismo sectorial mediante el cual muchos pequeños productores locales podrían ser el gran productor mundial.

lunes, 6 de octubre de 2014

De casta luchadora

Siempre hemos sido una provincia luchadora y emprendedora, cuanto más difícil es la situación más ponemos de nuestra parte para salir adelante, aún habiendo un problema tan grave como la actual crisis socio-económica. El carácter luchador queda claramente de manifiesto en la evolución positiva de la creación de nuevas sociedades, durante la última década. No obstante, el estudio de esta evolución, también demuestra que nuestra provincia tiene unos recursos económico financieros muy limitados, como se muestra en la evolución del capital medio con el que se constituyen las nuevas sociedades. Podemos apreciar como las nuevas empresas empiezan cada vez con menos capital y con formas jurídicas que exigen menores desembolsos a sus fundadores.

La reducción del crédito por parte de las entidades financieras, el lanzamiento de empresas por necesidad de personas en situación de desempleo o el recelo de inversores privados frente a la situación de crisis, son algunos de los muchos factores que pueden explicar tanto la bajada en el capital suscrito como en el número de empleados de las nuevas sociedades.

Está claro que, por mucha Ley del Emprendedor que se lance desde la Administración, si no existen apoyos financieros y facilidades jurídico-administrativas reales, por mucho carácter luchador y de superación que tengamos en Ourense, no será posible llevar a buen término ningún proyecto empresarial y, como consecuencia, tendremos una mayor fragilidad financiera en las empresas desde el inicio, lo que por desgracia implicará un mayor riesgo de fracaso en el corto y medio plazo.


Luis H.-Cachalvite Manzano