lunes, 28 de diciembre de 2015

No hay mal que por bien no venga


La crisis financiera ha provocado que el crédito no fluya de manera fácil y constante desde bancos hacia Pymes, por mucho que nos digan desde el Banco Central Europeo que inyectan fondos para la regeneración del mercado financiero y crediticio, esos fondos nunca llegan a las pequeñas y medianas empresas de una manera directa, puesto que los intereses de los denominados mercados están enfocados en dirección totalmente opuesta.
Como siempre los dueños y directivos de las Pyme, que son realmente los grandes empresarios de nuestro país, ante la escasez de crédito bancario para sus empresas han impulsado el desarrollo de formulas alternativas de financiación. No creamos que nuestros empresarios han descubierto un modelo nuevo de financiación, simplemente están intentado implantar un modelo de éxito como el de Estados Unidos, donde tan solo el 30% de la financiación viene vía banca frente el 80% que teníamos en España con anterioridad a la crisis.
De las múltiples fuentes de financiación alternativa que podemos encontrar para financiar una Pyme destacan:
Los Fondos de Capital Riesgo, que son fondos creados por entidades financieras cuyo objeto consiste en la toma de participaciones temporales en el capital de empresas. Con la aportación de fondos, la empresa puede desarrollarse y aumentar su valor. Una vez madurada la inversión, el fondo de capital riesgo se retira vendiendo su participación, tratando de obtener un beneficio en la operación.
Un instrumento como el Préstamo Participativo, que sirve para incrementar los fondos propios y acometer proyectos de inversión. Su principal características es que los intereses del préstamo están ligados a los propios resultados de la empresa.
El Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y el Mercado Alternativo de Renta Fija  son plataformas de contratación electrónica. El MAB, similar a la bolsa pero se dirige exclusivamente al mundo pyme y proporciona financiación, liquidez, con un coste sensiblemente inferior a la financiación bancaria. El Mercado Alternativo de Renta Fija tiene por objeto que las pymes puedan emitir productos de renta fija ,pagarés y bonos, principalmente a corto plazo, a semejanza de las grandes compañías, pero sin los enormes costes en los que tienen que incurrir.
También es importante el papel de la Sociedades de Garantía Reciproca, que se centra en la prestación de avales a las empresas asociadas a su organización. Estos avales permiten condiciones preferentes a la hora de acceder a préstamos de bancos y cajas.
Los contratos de alquiler a largo plazo tipo Leasing o Renting, permiten la adquisición de todo tipo de bienes de equipo, materiales e incluso inmuebles, adquiridos a cambio de una contraprestación consistente en el abono periódico de cuotas. Ambas se en que el Leasing tiene incluida una obligación de compra al final del contrato.
Finalmente, la cesión temporal de la cartera de cobros de clientes ,facturas, recibos, letras, etc.. conocida como Factoring. Este producto consiste en un contrato mediante el cual la empresa traspasa el servicio futuro de cobros de los créditos y facturas existentes a su favor, y a cambio obtiene, de manera inmediata, el dinero a que esas operaciones se refiere, aunque con un descuento.
Existen otras herramientas de financiación alternativa, pero muchas enfocadas a start-up y empresas en un fase más embrionaria, como puede ser Business Angels, Crowdfunding, Incubadoras de Startups, Aceleradoras de Startups, Crowdlending...

De la misma forma que los empresarios llevan años trabajando en la diversificación de productos y clientes, realizando grandes esfuerzos para la diversificación entre mercados geográfico, ahora deberían incorporar una nueva diversificación, que viendo la experiencia pasada y las perspectivas de futuro, posiblemente sea igual de importante que todas las anteriores. Las Pymes post-crisis deberán tener diferentes alternativas de financiación tanto bancaria como no bancaria, y olvidar el viejo modelo de hacer negocios tan solo con la entidad de toda la vida.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

De la ciencia ficción a la película de terror

Publicado en La Voz de Galicia (Edición Ourense)el 2 de Diciembre de 2015 (Enlace La Voz de Galicia)

La primera vez que escuché hablar de un polo industrial entre Ourense y Lugo basado en la industria Aeroespacial, sinceramente sonaba como a ciencia ficción y a un poco de publicidad electoral. Con el paso del tiempo, vemos que igual no era ciencia ficción y se convierte en un proyecto real, que puede ser la semilla que genere la industria de envergadura que necesitan Ourense y Lugo.

Desde hace un tiempo se están realizando trabajos y licitaciones en el lucense aeródromo de Rozas, para dotarlo de infraestructuras necesarias y modernizar las ya existentes. Además, dentro de la Universidad se crea una Ingeniería en el Campus de Ourense y un Centro Tecnológico público - privado en Vigo. La localización del centro tecnológico por parte de la universidad de Vigo en Porto do Molle no deja de ser llamativa, pues si realmente se está intentando impulsar el eje Lugo - Ourense, no tiene demasiada explicación que la universidad se descuelgue llevando el centro investigador de referencia a Nigrán, a cientos de kilómetros de los centros neurálgicos del proyecto.

Si el proyecto planteado, con el impulso de Xunta de Galicia, sale adelante, debería tener un importantísimo efecto tractor sobre la economía gallega, pues se creará una imagen de marca y de calidad, siendo un factor de diferenciación y reconocimiento de nuestra industria a nivel internacional. No solo se beneficiarán las empresas que ya están trabajando en la actualidad en el sector, sino que también se producirá el efecto llamada hacia nuevas compañías y empresas subsidiarias de las megacorporaciones, que tienen implantación y capacidad productiva real en el sector. Estas buscarán implantarse en el área de influencia del Polo estratégico, pues ahí estará su negocio realmente y los centros de decisión que condicionarán su futuro.

Esperemos que, con el paso del tiempo, la bonita e interesante aventura Aeroespacial de Galicia, que empezó pareciendo ciencia ficción y parece evolucionar hacia una prometedora realidad, no se convierta en una espantosa película de terror, en la que los grandes corporativos extranjeros vengan a llenarnos los oídos con sus cantos de sirena, y lo que realmente busquen es llenarse los bolsillos, realizando la menor inversión posible, para luego marcharse esgrimiendo que no existe mercado para ellos, pero eso sí, sin devolver ni un céntimo del dinero público invertido en sus proyectos.


Lo importante no solo debe ser traer una gran compañía y tener mucha repercusión mediática, el beneficio para la economía de Galicia es crear las bases de una gran industria, para garantizar el futuro de los jóvenes estudiantes, que se formaran en el Campus de Ourense, y de las compañías autóctonas que están apostando claramente por el proyecto. Si realmente se es capaz de realizar un enfoque de futuro, creyendo que lo importante es crear raíces y cultura empresarial en el sector aeroespacial, sin perder nunca el objetivo final del proyecto que debe ser generar beneficio para el territorio gallego, estaremos ante un espectacular proyecto con un gran final feliz. En caso contrario, volveremos a vivir un final triste y vergonzoso, donde nos diremos que esta historia ya la habíamos visto.