Publicado en La Voz de Galicia (Edición Ourense)el 11 de Septiembre de 2016
Cuando eras pequeño y
venia la típica señora repelente y preguntaba "¿A quién quieres mas, a
papá o a mamá?" Esta es la primera vez que eres políticamente correcto y,
pobrecillo de ti, decías " A los dos igual". Pues ahora cambiemos
papá y mamá por Cámara de Comercio y Ceo, parece claro que mucho adultos con el
paso de los años vamos perfeccionando la técnica de contestar sin decir nada, o
de responder lo que menos problemas nos va a causar.
Cierto es que tanto Cámara
de Comercio como Confederación llevan toda la vida con nosotros y nos recuerdan
a ciertos familiares. La Cámara es como aquella tía de tu padre a la que nos
obligaban ir a ver todos los años, por orden expresa de tu abuelo, y, aun por
encima, tus padres tenían que ayudar financieramente, pero tan pronto tu abuelo
levanto la obligación vas solo cuando te interesa y necesitas algo de ella.
Para el caso de la CEO, sería como el típico primo graciosillo, que todos los
años te pide dinero, siempre una cantidad pequeña, y como contrapartida, cada
cierto tiempo, te cuenta cotilleos sobre convenios, empresarios o te invita
algún acto, para que veas que ese dinero que te pide lo utiliza para algo
"útil".
En la familia empresarial
o industrial de Ourense, siempre se "cocieron habas" como en
cualquier familia que se precie. Ahora bien, los tiempos cambian y las
instituciones van evolucionando al ritmo de los tiempos, hoy en día pretender
mantener infraestructuras como Cámara y CEO se hace sumamente difícil, y mucho
más en provincias como la nuestra con una muy débil estructura industrial.
Se me generan muchas dudas
a la hora de responder lo políticamente correcto, a la cuestión de si ambas
organizaciones se deberían unir en una sola; sinceramente, igual la respuesta
sería hacer desaparecer todo y empezar de cero. Un nuevo comienzo basado en las
necesidades reales de la provincia, con unos objetivos fundacionales claros y
centrados en ser impulsor de la creación de riqueza y bienestar, no solo para
los empresarios sino para todos los ciudadanos. Basándose en la transparencia
total, dejando atrás vicios ocultos o intereses individuales , en algunos casos
demasiados oscuros. Construir una nueva organización totalmente profesional e
independiente, sobre la cual no existiera capacidad de manipulación por
terceros, desapareciendo amiguismos y formas de trabajar basadas en principios
y maneras de siglos pasados.
Desgraciadamente, la
familia Ourensana para ciertos temas sigue siendo muy tradicional y con mucho
miedo al famoso " Y que dirán", por tanto, dejaremos correr el
tiempo, seguiremos hablando de que se deberían fusionar, desaparecer o cualquier
otra solución, pero eso solo, hablaremos. Nadie quiere ser el primero en
arriesgarse a perder su posición e intentar proponer una solución real,
realizable y de futuro. Eso sí, si algún día perdemos alguna de las
instituciones, como buena familia tradicional, nos llenaremos de reproches y
recriminaciones, pero ninguno asumiremos nuestros errores, pues el culpable
será un tío, un cuñado...