Publicado en el suplemento EURO de La Región y Atlántico Diario el 4 de enero de 2015
http://www.laregion.es/articulo/euro/locura-ser-padre/
Cada vez que se publican los datos de la pirámide poblacional, todos nos echamos las manos a la cabeza. Vemos que cada día somos más viejos y que, posiblemente, en unos años tengamos un país demasiado envejecido para poder mantener el estado de bienestar, con mejor o peor calidad pero bienestar al fin.
http://www.laregion.es/articulo/euro/locura-ser-padre/
Cada vez que se publican los datos de la pirámide poblacional, todos nos echamos las manos a la cabeza. Vemos que cada día somos más viejos y que, posiblemente, en unos años tengamos un país demasiado envejecido para poder mantener el estado de bienestar, con mejor o peor calidad pero bienestar al fin.
La explicación
más habitual de la baja natalidad suele ser que la sociedad en la que vivimos
nos hace tan competitivos que priorizamos nuestras carreras profesionales a
nuestra propia vida social y familiar. No obstante, algunos imprudentes
decidimos tener familia, siendo plenamente conscientes de que nuestra vida va a
sufrir un cambio radical, ya no eres tú quién decide tus horarios, tus
amistades o tus vacaciones, todo queda condicionado a tus hijos, pero lo
asumimos con gusto.
Lo que nadie
explica es el coste que supone ser padre. Cuando hablo de coste, no me refiero
al estudio que dice que mantener un hijo hasta los 18 años son alrededor de
97.000 euros, sino del coste que supone acogerse a las medidas de conciliación.
Por desgracia, en la mayoría de las empresas españolas no hay planes de
conciliación familiar y, la única medida que nos queda a los padres es
solicitar reducciones de jornada, con la consiguiente reducción de salario y,
en muchos casos, con un coste para nuestra carrera profesional mucho mayor.
Otro tema son las
famosas políticas institucionales para el fomento de la natalidad. Como
curiosidad comentar que en Galicia los últimos fondos se destinaron a una
campaña publicitaria para incentivar la natalidad, ¿no sería más normal
utilizar esos fondos para aumentar las plazas en guarderías públicas o en los
comedores escolares? No tiene sentido, que por trabajar los dos padres tengan
menos posibilidades de obtener una plaza en una guardería pública o en un
comedor escolar. Lo más preocupante es la explicación que establece que al
tener mayores rentas, al menos en teoría, se tiene más capacidad para pagar
servicios privados.
Hoy en día, la
“única ayuda” segura que tienen las madres trabajadoras son 1.200 euros de
deducción por maternidad, durante 3 años, que la Agencia Tributaria les hace el
favor de ingresar mensualmente, en el caso de que no queramos esperar a la
declaración de la renta.
Hay algo que
tengo claro, que los que decidimos ser padres, y en algunos casos hasta
decidimos repetir, no lo hacemos pensando en que la sociedad y las
administraciones nos va a facilitar la vida. Tenemos presente que debemos
buscarnos la vida, abusando, en muchos casos, de nuestras familias, pero por
suerte es un coste que todos estamos dispuestos a asumir, aún sabiendo que es
una GRAN LOCURA.
Luis
H.-Cachalvite Manzano
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