viernes, 14 de noviembre de 2014

La locura de ser padre

Publicado en el suplemento EURO de La Región y Atlántico Diario el 4 de enero de 2015
http://www.laregion.es/articulo/euro/locura-ser-padre/

Cada vez que se publican los datos de la pirámide poblacional, todos nos echamos las manos a la cabeza. Vemos que cada día somos más viejos y que, posiblemente, en unos años tengamos un país demasiado envejecido para poder mantener el estado de bienestar, con mejor o peor calidad pero bienestar al fin.

La explicación más habitual de la baja natalidad suele ser que la sociedad en la que vivimos nos hace tan competitivos que priorizamos nuestras carreras profesionales a nuestra propia vida social y familiar. No obstante, algunos imprudentes decidimos tener familia, siendo plenamente conscientes de que nuestra vida va a sufrir un cambio radical, ya no eres tú quién decide tus horarios, tus amistades o tus vacaciones, todo queda condicionado a tus hijos, pero lo asumimos con gusto.

Lo que nadie explica es el coste que supone ser padre. Cuando hablo de coste, no me refiero al estudio que dice que mantener un hijo hasta los 18 años son alrededor de 97.000 euros, sino del coste que supone acogerse a las medidas de conciliación. Por desgracia, en la mayoría de las empresas españolas no hay planes de conciliación familiar y, la única medida que nos queda a los padres es solicitar reducciones de jornada, con la consiguiente reducción de salario y, en muchos casos, con un coste para nuestra carrera profesional mucho mayor.

Otro tema son las famosas políticas institucionales para el fomento de la natalidad. Como curiosidad comentar que en Galicia los últimos fondos se destinaron a una campaña publicitaria para incentivar la natalidad, ¿no sería más normal utilizar esos fondos para aumentar las plazas en guarderías públicas o en los comedores escolares? No tiene sentido, que por trabajar los dos padres tengan menos posibilidades de obtener una plaza en una guardería pública o en un comedor escolar. Lo más preocupante es la explicación que establece que al tener mayores rentas, al menos en teoría, se tiene más capacidad para pagar servicios privados.

Hoy en día, la “única ayuda” segura que tienen las madres trabajadoras son 1.200 euros de deducción por maternidad, durante 3 años, que la Agencia Tributaria les hace el favor de ingresar mensualmente, en el caso de que no queramos esperar a la declaración de la renta.

Hay algo que tengo claro, que los que decidimos ser padres, y en algunos casos hasta decidimos repetir, no lo hacemos pensando en que la sociedad y las administraciones nos va a facilitar la vida. Tenemos presente que debemos buscarnos la vida, abusando, en muchos casos, de nuestras familias, pero por suerte es un coste que todos estamos dispuestos a asumir, aún sabiendo que es una GRAN LOCURA.


Luis H.-Cachalvite Manzano

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