jueves, 7 de julio de 2016

Ourense y el dilema del prisionero

Publicado en La Voz de Galicia (Edición Ourense)el 3 de Julio de 2016 

¿Saben cuando en las redes sociales puedes poner tu estado de ánimo? Pues el mío en estos momentos seria una mezcla entre cabreado, frustrado, desilusionado..., lo que viene siendo una situación de asco-odio con ciertos sectores de la sociedad ourensana, no sé si solo con la política, la industria o todo en general.

Si de algo estoy orgulloso en mi vida es de ser de Ourense. Cada vez que estoy fuera de mi ciudad y alguien me habla de lo bonita que es, o lo bien que se come, noto como mi orgullo se hincha y no puedo más que sacar pecho y seguir haciendo patria. También es verdad que en algunas ocasiones no nos queda más remedio que agachar la cabeza, y reconocer que hacemos el ridículo en temas con grandísima repercusión mediática, y que nadie más en el mundo puede entender porque lo hemos hecho tan sumamente mal. El último de los ejemplos ha sido el no ascenso del COB a la liga ACB, que sin saber cuál ha sido el oscuro motivo por el cual no ha existido acuerdo entre políticos, bancos y dirigentes, reconocemos que será un tema que nos pondrá la cara colorada a cualquier ourensano, tanto de vergüenza como de rabia,durante mucho tiempo por la pésima gestión realizada.

No voy entrar en criticar a unos u otros, cada cual debe ser consecuente con sus actuaciones y decisiones. Sin embargo, estoy seguro que ninguno ha valorado la pérdida de reputación de la marca Ourense derivada de estos esperpentos. Ustedes imagínense que pensará un inversor foráneo si ve el panorama, sinceramente si fuera inversor y estoy negociando con algún organismo público ourensano, me preocuparía por el posible efecto veleta de determinados actores sociales de nuestra ciudad y de las sorpresas que me podría ocasionar un cambio del aire.

Otro tema que no tienen en cuenta los entes que toman determinadas decisiones es que eventos como partidos de baloncesto, fútbol o rally, provocan un efecto de arraigo. Muchos ourensanos que viven fuera, vuelven a su ciudad; no olvidemos que los colores de equipos deportivos son una de las grandes señas de identidad de las ciudades. Si quieren pueden preguntar cuanta gente se desplaza a Vigo, A Coruña o Santiago cada fin de semana para ver el fútbol o el baloncesto. Pero claro, en Ourense eso parece ser que nos da igual, claros ejemplos son la destrucción de Club Deportivo Ourense, Ourense Fútbol Sala..., total como en Ourense apenas tenemos problemas para evitar que se escape la población, nos podemos permitir estos lujos.


Tengo que confesar que en su momento, yo mismo tuve dudas sobre si era conveniente que las instituciones públicas apoyaran a entidades privadas, podría decir que me encontré ante el famoso Dilema del Prisionero, que plantea como dos prisioneros deben elegir entre cuatro posibles decisiones y siendo siempre la mas optima la colaboración entre ambos, puesto que así ambos ganan. En este caso los prisioneros serían los organismos públicos y las instituciones  privadas, la decisión optima seria aquella en que lo publico ayuda al privado y el privado genera un retorno al sector público. Ahora bien como casi todo en este mundo la Teoría de Juegos, no valoró los intereses oscuros de ciertos agentes y , que nosotros, vulgares aficionados! no somos capaces de valorar pero por desgracia sufrimos pues se nos deja la miel en los labios y casi nos obliga a ir a otras ciudades los fines de semana para ver nuestro deporte favorito en vivo y en directo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario