Publicado en La Voz de Galicia el 9 de julio de 2014
Algunos
economistas siempre dijimos que la economía global son ciclos que se repiten el
tiempo. Antes los ciclos tardaban décadas en cerrarse pero en esta nueva
sociedad de la información en la que vivimos, los ciclos son cada vez más
cortos o los hacen ir mucho más rápido. Un claro ejemplo es lo que está
sucediendo con las tres grandes Agencias de Calificación de Riesgo: Moodys
Investor Service, Standard and Poors Corporation y Fitch IBCA.
El
comienzo del ciclo lo situamos justo en el momento anterior al comienzo de la
crisis. Es la época en la que una buena calificación de las Agencias de
Calificación de Riesgos era motivo de orgullo para cualquier país o entidad y
una mejora en sus perspectivas; era anunciado y celebrado con gran algarabía
por los dirigentes, tanto empresariales como políticos, como muestra de su buen
hacer. Lógicamente las Agencias podían tener grandes errores, por ejemplo, la
bancarrota de Enron o la quiebra de Lehman Brothers eran entendidas por todos y
nadie se atrevía a hacer críticas.
La
parte intermedia del ciclo sería la situación económica que comienza a ponerse
difícil y las Agencias empiezan a bajar los raiting. En este momento, los
dirigentes y sus entornos, que antes estaban orgullosos de las opiniones de las
Agencias, empiezan con el trabajo de desgaste sobre las entidades de
calificación, manifestando que son empresas privadas sin ningún tipo de
responsabilidad sobre sus opinión.
Tanto
era el poder de las Agencias que en agosto de 2011 decidieron poner en
perspectiva negativa a Estados Unidos. En este momento se abre la caja de los
truenos, el presidente Obama declara “no
importa lo que digan firmas como Standard & Poor's. Siempre seremos un país
triple A"; el Banco Central Europeo publica un estudio en el que muestra que las agencias de calificación
tratan de forma más benevolente a los bancos que les proporcionan negocio por
otras vías y los diferentes medios, afines a los degradados, empiezan a
publicar informaciones sobre errores, accionistas y sobre la ausencia de
responsabilidad de las agencias en sus declaraciones y calificaciones.
Como
todo ciclo llega un momento en que se cierra y parece ser que ya estamos
llegando. Hace unas semanas una Agencia de Calificación ha puesto en
perspectiva favorable a España, alguna Comunidad Autónoma y alguna de las
Entidades Financieras más importantes del país. La mejora de las notas de
calificación es un gran impulso para sus economías y se hace un gran esfuerzo
para que se conozca públicamente… no hace falta continuar puesto que parece que
el ciclo comienza otra vez.
Sinceramente,
aún creyendo que la economía se mueve por ciclos y que los ciclos se repiten en
el tiempo, tengo demasiadas dudas sobre que el ciclo no esté siendo demasiado
manipulado por los intereses oligopolistas de una serie de compañías privadas,
que opinan y deciden sin ningún tipo de responsabilidad sobre el presente y
futuro de millones de personas, solo teniendo en cuenta las necesidades de unos
pocos dirigentes nacionales o mundiales que, en muchos casos, están totalmente
influenciados por otros ciclos, como puede ser las votaciones para las
elecciones políticas.
Parece
ser que la vida da vueltas en función de las decisiones de unos pocos que
mueven los ciclos a la velocidad que
mejor se ajusta a sus necesidades, sin pensar en nada más que la maximización
de su propio beneficio y la de su entorno.
Luis
H.-Cachalvite Manzano
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