Esto es lo que deberíamos
preguntarnos la mayoría de los ciudadanos y pequeños empresarios, cuando
escuchamos los espectaculares titulares que ha causado la comparecencia del
Presidente del BCE. La verdad es que para la mayoría de los mortales, las
grandes políticas macroeconómicas, aparentemente, no tienen repercusión en
nuestro día a día. No obstante, la declaración de ayer debería tener, por lo
menos, dos efectos reales en el corto plazo.
El primero será el abaratamiento
de las hipotecas. Recordemos que el Euribor es el índice al que se referencian
más del 80% de las hipotecas en España, y está muy ligado a la evolución de los
tipos de interés. El segundo efecto será una mejora en la capacidad de financiación
de las empresas, gracias a la bajada de tipos debería aumentar el flujo de
crédito que ponen los bancos en el mercado. Cuanto más barato consiga
financiarse una empresa, más capacidad económica podrá destinar a inversión y
al mantenimiento del empleo.
Si realizáramos un análisis
más en profundidad de la bajada de tipos, veríamos la existencia de muchos más
efectos, más complejos de explicar y que, seguramente, nos afectaran en nuestra
economía doméstica. Pero posiblemente nunca las veremos tan claramente en
nuestro día a día. Sin duda, notaremos las nuevas medidas macroeconómicas al
incrementar el consumo y la inversión, puesto que financiarse debería ser más
barato, tanto para hogares como empresas, y debería ser un impulso a la débil
recuperación económica del país.
Ahora solo necesitamos que
las entidades financieras nacionales recojan los estímulos europeos y los
lleven al mercado local. Esperemos que esta vez no encuentren mil argumentos y
excusas legales en los cuales parapetarse para bloquear este nuevo estímulo financiero.
Luis H.-Cachalvite Manzano
No hay comentarios:
Publicar un comentario